SHINJI · REI · YUKO

SHINJI

Hoy ya no está con nosotros, falleció de meningitis a los 5 años, lo extraño todos los días, me enseñó que debo ser noble, vivir cada día, y amar sin esperar nada a cambio...

Lo vimos detrás de una fría y luminosa vitrina, lo molestaban 2 cachorros que le saltaban encima. Tenía las orejas más grandes que yo había visto, unos ojos tiernos de mirada melancólica que contrastaban con su cuerpo pintado de negro y algunas rayas atrigradas; una línea blanca en mitad de su frente que lo hacía diferente a los demás cachorros.
Vi otro cachorro, en cuanto me lo pusieron en mis piernas comenzó a morderme el broche del cierre de mi chamarra, era juguetón y saltarín, luego me pasaron aquel chaparro de orejas gigantes, estaba calentito y un poco tímido, lo puse en mi regazo y ahí se quedó cómodamente.
Camino a casa, mientras decidíamos que su nombre sería Shinji (como el nombre del personaje de mi anime favorito) se quedó dormido en mis piernas, yo no lo podía creer, toda mi vida había querido un perro para mí...
Para describir a Shinji se necesitan muchos calificativos humanos, intentaré decirles y ustedes háganse la idea de su personalidad:
Tierno: mirada encantadora y coqueta, no había mujer y a veces hombres que no se resistieran a su mirada. Cuando llegábamos a casa, se meneaba esperando la caricia en la cabeza, nos recibía con un baile de cadera especial.
Loco: a veces me cuesta creer que era perro, empujaba su garganta como cuando tienes algo atorado, en cualquier momento pensaba que iba a decir algo. Tenía una obsesión con las letras "sh" con una palabra que inventé para cuando salíamos a pasear ¿vamosh? enseguida abría sus ojos, se emocionaba y se disponía a salir a caminar.
Dormilón: yo no pensé que un perrito pudiera dormir toda la noche sin despertarse, pues bien Shinji dormía, roncaba plácidamente y buscaba la posición cucharita para acomodarse mejor.
Limpio: No pasaba por los charcos, aunque odiaba que lo bañaran, todos los días lamía sus patitas después de caminar. Olía muy bien a pesar de no bañarlo en meses. Nunca aprendió a ir al baño.

REI

Siempre creí que Shinji necesitaba y le agradaría una hermanita, para que no estuviera solo tanto tiempo, así que decidimos que le vendría bien una compañía aunque no fue del todo la mejor de las noticias para él. Vimos una chaparrita muy orejona jugaba detrás del cristal, era encantadora, de mirada traviesa y alegre. Teníamos muchas dudas y fuimos varias veces a verla, hasta que me decidí y llevé a mi hermana para que la viera, se enamoró y fue su madrina desde ese instante.

Obviamente su nombre estaba decidido antes de que naciera, Rei, como Rei Ayanami de EVANGELION.
Rei nos dio un susto muy grande, a sus dos meses de edad sufrió de neuropulmonía, se puso muy malita y estuvo internada 3 semanas en el hospital, pero es muy fuerte, se recuperó y la tuvimos en casa de nuevo.
Ella solo quería estar al lado se Shinji, lo besaba y se acurrucaba siempre a su lado, pero era muy traviesa, lo mordía, le brincaba y lo molestaba todo el tiempo, ladraba con los ruidos extraños.
Para describir a Rei solo existen adjetivos positivos, para mí es la mejor perrita del mundo.
Alegre: siempre está de buen humor siempre, aunque odia los besos en el rostro ama que le rasquen la pancita, ama pasear por el parque y correr por el pasto.
Educada: a los tres meses ya en casa, le enseñamos a ir al baño, nunca ha hecho fuera de este.
Amante loca de las pelotas: sufre una compulsión enorme cuando ve pelotas, solo quiere jugar y correr tras ellas, pasaría todo el día persiguiéndolas y dándotelas para que se las lances.
Fiel y noble: siempre hablan de la fidelidad de los perros pero Rei se pasa, es leal hasta con el poli de vigilancia, ama saludar y brincar, nunca se aparta de tu lado.
Dormilona: como su hermano, ama adora, idolatra descansar en un buen sofá o cama, todas las noches duerme al lado de Juan, es su lugar favorito.

YUKO

Era un día normal, en el que salimos a caminar con Rei en la mañana, de repente vi algo a lo lejos que se movía y saltaba, le pregunté a Juan: "¿qué es eso?" -"Un gato" me dijo, tal vez creyó que si me decía "perro" iría corriendo a recogerlo. Cuando me acerqué más vi que era un pequeño cachorrito, no vi a su mamá ni mucho menos a sus hermanitos, lo cargué y fui corriendo para alcanzar a Juan y a Rei, él me miró con extrañeza y me dijo que si lo cargaba lo tendría que llevar a la casa. Así fue, intenté poner al cachorro en adopción, fui a tocarle al vecino de enfrente el cual se negó rotundamente a tenerlo, pero me ofreció bañarlo porque estaba lleno de pulguitas, sacaron un balde con agua tibia y empezaron a bañarlo, ahí me di cuenta que era niña. A los dos días fuimos a un refugio para dejarla y que alguien la adoptara, cuando llegamos ahí, vi sus ojitos se me escurrieron las lágrimas y no pudimos abandonarla a su suerte. Nos regresamos a la ciudad y en una tienda de mascotas le compramos correa, plato de comida y una camita, desde entonces alegra nuestros días y hace que sean menos monótonos.

Describir a Yuko es muy sencillo, (así la nombré por la protagonista de un libro):

Puntual: en punto de las 7:00 am empieza a hablar para que nos levantemos y la saquemos al parque.

Noble: es cierto que los perros son los seres más nobles, pero Yuko no conoce el límite de la palabra, su nobleza es su característica más destacada.

Habladora: Hace unas vocalizaciones que nos impresionan mucho.

Miedosa: Tiene un carácter muy lindo, pero se pasa de miedosa, le teme a los espacios cerrados y a las manchas grandes en los pisos, pero lo que me encanta de ella es que supera sus miedos aunque encuentre unos nuevos.

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